Hace tres años sentí que me arrancaron el corazón, no
logro describir el dolor, tal vez lo pueda comparar con las espinas de una
corona que te colocan en tu cabeza hasta hacerte sangrar y van puyando poco a
poco y cada instante el dolor aumenta más, más y más… las lágrimas son el único
escape, días, semanas, meses y no paras de llorar, el dolor continúa y tampoco
logras encontrar una respuesta que te convenza según tus pensamientos humanos,
según la sociedad, según el mundo.
Llorar cansa y agota, es verdad, pero también sana y
libera. Una noche, luego de llevar mi vida cotidiana; trabajo, deberes como
madre, hija, etc. y seguir llorando, mi voz se quebrantó, y me
arrodillé, me postré ante el Señor mi Dios y le dije, casi que le grité:
¡por qué yo Señor! Por qué a mí Señor? Qué hice, qué hice para merecer esto?
Sentada frente al computador, iniciando este blog y
luego de conversar sobre el tema de escribir o no, con un par de amigos del
alma, de muchas batallas y faenas juntos, también periodistas, decidí contarles
a todos ustedes, a través de este medio, lo que Dios y la Virgen María me han
enseñado desde aquella noche en que mis fuerzas se agotaron, cuando no pude
encontrar respuestas por mí misma y caí rendida a sus pies…diciendo, sólo tú
Señor, sólo tú, sólo tú puedes rescatarme, hoy quiero, más que nada en el mundo:
Entregarte mi Corazón!!!
DORIS . ME ALEGRA VERTE
ResponderBorrarSOY ALEJANDRO PARRA DE LA RADIO NACIONAL YA ME PENSIONE ME GUSTARIA HABLAR CONTIGO CORREO alejopasua@yahoo.com
tengo mucho por contarte gracias por tu respuesta